La gente solía mofarse de la idea de leer un libro en una pantalla de nueve centímetros, ahora esto es una realidad
Con Kindle de Amazon, los lectores pueden comprimir cientos de libros en un aparato más pequeño que la mayoría de los ejemplares de tapa dura. Para algunos, no es lo suficientemente pequeño.
Muchas personas que quieren leer libros electrónicos están descubriendo que pueden hacerlo en los teléfonos inteligentes que ya tienen en el bolsillo, dando todo un nuevo significado al “libro telefónico”. Y les gusta que puedan ahorrar 250 a 350 dólares que podrían gastar en otro aparato.
“Estos lectores electrónicos que cuestan mucho dinero solo hacen una cosa”, indicó Keishon Tutt, una farmacéutica de Texas, quien compra 12 libros al mes para su iPhone de Apple.
Amazon, Barnes & Noble y un espectro de compañías más pequeñas han sacado software para leer libros para el iPhone y otros aparatos móviles. En octubre, una de cada cinco aplicaciones nuevas para el iPhone fue un libro, según Flurry, una empresa de investigación que estudia las tendencias de los móviles.
LA NUEVA ALTERNATIVA
Toda esa actividad plantea una pregunta: ¿el futuro de los lectores de libros está en aparatos exclusivos como Kindle o en otros más versátiles como los celulares? Hasta ahora, el software de libros electrónicos para teléfonos parece no haber reducido la demanda de los que son solo lectores. Según el Grupo Codex, una consultoría de la industria editorial, cerca de 1,7 millones de personas tienen uno y esa cantidad podría aumentar en breve.
Sin embargo, en Estados Unidos hay 84 millones de teléfonos inteligentes que pueden correr aplicaciones, según IDC, una firma de investigación. Apple ha vendido más de 50 millones de iPhones e iPod Touches, que corren el software de libros.
La gente solía mofarse de la idea de leer un libro en una pantalla de nueve centímetros. Para muchos lectores, no obstante, la mera conveniencia está por encima de todo lo demás. “El iPod Thouch siempre está a la mano”, comentó Shannon Stacey, quien ha escrito varias novelas electrónicas románticas. “Es mi calendario, es mi todo, así que mis libros siempre están conmigo”. Stacey, quien también tiene uno de los primeros Sony Reader, dijo que ya compró dos veces más libros para su iPod que para su Sony.
Mientras que el Kindle, el Reader y el Nook —el aparato de Barnes & Noble— presentan pantallas que usan poca energía y se acercan al tamaño de una página de las ediciones rústicas comerciales, tienen funciones comparativamente limitadas, como visualizadores en gris y blanco, y acceso parcial a Internet o ninguno.
Ian Freed, vicepresidente de Kindle en Amazon, dijo que los clientes aún compran más libros para el aparato que para el iPhone, aunque declinó revelar las cifras. Amazon está trabajando en software para lectura electrónica para Blackberry y Mac e introdujo recientemente software para computadoras personales.
“Es una experiencia agradable leer en una pantallita”, expresó Josh Koppel, un fundador de Scroll Motion, una compañía neoyorquina que ha sacado más de 25.000 libros electrónicos en App Store de Apple y ha vendido más de 200.000 ejemplares.
TIENEN FE EN EL NEGOCIO
Compañías como Scroll Motion y Beam It Down venden libros en forma de aplicaciones individuales, así que novelas como “Crepúsculo” aparecen en App Store. En cambio, Amazon y Barnes & Noble obsequian software para lectores electrónicos: los usuarios adquieren los libros por medio del teléfono o una PC.
Los editores ahora se apresuran a desarrollar formas nuevas de libros para atender a los lectores que los verán en celulares, los que hoy no funcionan en los lectores electrónicos autónomos. Cuando Nick Cave, el músico de rock, escribió su segunda novela, “La muerte de Bunny Munro”, él y su editorial Canongate trabajaron con una compañía de multimedios para desarrollar una aplicación para el iPhone que incorpora no solo el texto, sino también videos y música.
“Lo que puedes hacer con gráficos e imágenes en movimiento crea muchas posibilidades para un editor que nunca antes habían existido”, señaló Jame Bying, editor de Canongate.
Claro que los lectores electrónicos como Kindle y Nook evolucionarán también, probablemente para agregar color a las pantallas. Entre tanto, directivos de Amazon dicen que las limitaciones de Kindle hacen que sea más atractivo para leer.
En efecto, Sarah Wendell, que escribe en bitácoras sobre novelas románticas, dijo que si bien utiliza el iPhone para leer en recesos para tomar café, todavía usa su Kindle durante el recorrido de una hora desde Nueva Jersey.
Para prolongadas sesiones de lectura, dijo, el iPhone tiene “una pantallita, y me empiezan a doler los ojos, aunque doblo el texto a tamaño abuela o bisabuela”.
Travis Bryant, director de productos digitales de Keen Communications, una pequeña editorial en Birmingham, Alabama, dijo que había hecho una cantidad sorprendente de lecturas mientras hacía filas. Agregó que recientemente leyó en su iPhone “La choza” y “El legado de los templarios”.
Sin embargo, Bryant reconoció que el iPhone, aunque práctico, no sirve para todas las lecturas. “Tengo un niño de 3 años, y realmente se mete en los libros”, expresó. “Recuerdo haber saqueado los libreros de mis padres, y, si todo está en el iPhone, simplemente él no tendrá esa tentación visual. Así que mantenemos los libreros llenos”.
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